Mientras terminaba de apurar el último trago de la copa de vino que le había servido entendió claramente la razón del regusto más amargo de lo normal; la causa por la que se le nublaban todos los sentidos y la amplia sonrisa de la que, durante siete largos años, había sido su esposa. "Descansa en paz, mi amor." "Hasta nunca."
viernes, 28 de septiembre de 2018
lunes, 6 de agosto de 2018
SIETE DÍAS.
Cruzado de brazos frente a frente
le dije que no estaba de acuerdo en absoluto. En siete días no era posible que
hubiera acabado toda la tarea que tenía por delante y no presentara multitud de
fallos y cabos sueltos.
Él me miró de arriba abajo
frunciendo el ceño que manera casi amenazante. Yo confiaba en que, atendiendo
a su bondad, encajaría las críticas de mejor manera.
En el preciso momento en que los
relámpagos comenzaron a iluminar el firmamento me di cuenta que estaba muy
equivocado.
domingo, 29 de abril de 2018
EL ENTIERRO.
Mis amigos, mis familiares y yo avanzábamos llenos de pesar y tristeza detrás del féretro por el camino de tierra que conducía al lugar del entierro. El trayecto a lo largo del cementerio se hizo triste y doloroso. La oscuridad del cielo nublado de la tarde se mezclaba con el blanco del mármol de las lápidas y el gris de la piedra de las tumbas conformando una paleta cromática deprimente que sólo se rompía por el colorido de los ramos de flores.
Cuando vi el ataúd descender hasta el fondo de la oscura y fría fosa donde reposaría hasta el fin de los tiempos, sentí que mi cuerpo se desvanecía pero mi fuerza de voluntad me ayudó a permanecer firme y no caer de bruces dentro del agujero.
Una vez cubierto por la tierra las personas que asistieron al sepelio se retiraron del lugar en pequeños grupos o en solitario. Yo decidí permanecer un rato más en el lugar incapaz de alejarme de allí.
A medida que moría la tarde y las sombras de las cruces se alargaban fue extendiéndose por el suelo del camposanto una densa niebla creando un paisaje fantasmagórico. Algo en mi interior me decía que debía marcharme de allí lo más pronto posible pero mi cuerpo se resistía a alejarse.
Después de contemplar por última vez la lápida de mármol que tenía grabado mi nombre. Me alejé transportado por la suave brisa que comenzaba a soplar lleno de tristeza mientras me desvanecía dejando atrás mi cuerpo sin vida y sin alma.
lunes, 23 de abril de 2018
POR SIEMPRE JUNTOS.
-¡No puedo creer lo que acabas de hacer! -exclamó su amiga Carla con los ojos fuera de las órbitas- ¿Qué has ido allí de verdad?
-Ya te he dicho que sí. Que fui a casa de la vieja a que me leyera el futuro -respondió Marta a su amiga de manera cansina.
-Pero esa vieja es una bruja. Dicen que utiliza artes oscuras para adivinar el porvenir y sacrifica animales para ver el futuro -Carla no podía creer lo que su amiga de toda la vida acababa de hacer.
-Bueno, tampoco es para tanto -Restó importancia a lo ocurrido-. Sólo rajó a una paloma. ¡La ciudad está llena de palomas! Además, tan solo le pregunté con quién pasaría el resto de mi vida.
-¿Y qué fue lo que te dijo?
-La vieja me dijo que pasaría toda la eternidad junto a Gianluigi Bonucci -Respondió Marta mientras se sentaba a los pies de la cama de su amiga.
-Pero... ¿ese quién es? ¿Lo conoces?
-No. No lo conozco de nada. Un italiano -Dijo Marta suspirando mientras se tumbaba en la cama abrazando uno de los cojines que había a su lado-. ¿Te lo puedes creer?
Unas semanas más tarde Carla recibió una llamada que la dejó completamente helada. Su amiga Marta había fallecido en un terrible accidente que había sufrido con su ciclomotor.
Cuando finalizó el entierro de su amiga, entre lágrimas, se fijó en la lápida que estaba situada junto a la de su amiga. La joven se quedó petrificada y un escalofrío le recorrió toda la espalda. La inscripción rezaba: "Aquí descansa en paz Gianluigi Bonucci."
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