La magia ha sido un elemento muy presente en la gran mayoría de los relatos y aventuras de Conan el Cimmerio, no obstante, es un tipo de magia bastante limitado a la hora de obtener poder.
Existen, principalmente, dos ramas de magia. La más amplia de ellas abarca los "hechizos" (por llamarlos de alguna forma) que están basados en la manipulación y utilización de productos existentes en la naturaleza que alteran la mente y producen efectos alucinógenos. El mago hyborio no es el poderosísimo lanzador de bolas de fuego típico, es más bien un erudito o estudioso de los conocimientos arcanos que normalmente le permiten provocar la muerte de sus oponentes de una forma más científica; el otro importante bloque de hechicería, es aquel cuya finalidad persigue abrir portales a otras dimensiones para poner en contacto al brujo con criaturas de otros mundos (demonios o no), que, a diferencia de él, sí pueden poseer poderes mágicos propios. También podemos encontrar hechiceros que intentan doblegar la voluntad de sus víctimas a través de la hipnosis o la telepatía; por último, en la Era Hyboria algunos brujos, conocedores de la magia negra, podían reanimar cadáveres (aunque eran seres carentes de inteligencia) que deambulaban en busca de víctimas que devorar.
Al margen de los hechiceros, también encontramos a los sacerdotes: guías espirituales de deidades de las más variopintas religiones que se reparten a los largo y ancho del mundo. Tenemos que destacar que la gran mayoría de las deidades que decidían intervenir en la vida de los humanos en la Era Hyboria no eran propiamente "dioses" sino entidades llegadas del espacio u otros planos dimensionales, y que mostraban una preocupante tendencia a devorar al invocador, a la víctima y a todo lo que se le pusiera por delante. Algunos dioses como Mitra o Ishtar parecen desempeñar un papel casi de espectadores limitándose tan solo a facilitar protección a sus adoradores mediante amuletos; otros como Crom ni tan siquiera eso, si lo adoras, tienes que ser consciente que tendrás que aprender a valerte por tí mismo.A pesar de que los magos no hacen gala de grandes poderes, los medios a su alcance para protegerse son casi ilimitados. Mediante el uso de la telepatía y de la hipnosis pueden llegar a controlar a los animales de su entorno para que los protejan de sus enemigos. Así mismo, son conocedores de una amplia variedad de plantas y compuestos de efectos nocivos que pueden sesgar la vida del guerrero más diestro y fuerte de la época. La traición, la conspiración y el veneno son sus principales armas. Son maestros de la sugestión y la intriga y no dudan en poner sus habilidades a disposición de los poderes políticos a cambio de protección y recursos económicos que les permitan continuar con sus investigaciones y hacerse con el control de los más variados objetos mágicos. Adquirir éstos artefactos mágicos requería con frecuencia de grandes fortunas y ejércitos para enfrentarse a los hechiceros rivales y arrebatarles dichos objetos. Sus grandes conocimientos arcanos les permiten intentar controlar objetos que guardan poderes mágicos en su interior (normalmente gemas, talismanes o armas especiales).
Entre los objetos mágicos más relevantes y poderosos cabe destacar el Libro de Skelos, un compendio de conocimientos oscuros recopilados por Vathelos el Ciego. En las páginas de este libro se describe la fórmula y conjuros necesarios para resucitar a los muertos y convocar demonios de otros planos. Existen cuatro copias del Libro de Skelos que están custodiadas en la Cripta de la Biblioteca Real de Aquilonia; en un templo perdido en Vendhya; otra copia del libro se encuentra en Kheshata (Estigia) aunque está incompleta y por último en un templo localizado en una isla perdida en el Océano Occidental.
Frecuentemente, con la finalidad de aumentar su poder, los magos se agrupaban en hermandades, aunque, claro está, cada uno de ellos buscaba su beneficio propio sobre el colectivo de la hermandad e intentar alcanzar el control de la misma. Algunas de las más importantes fueron la Hermandad de la Mano Blanca en el norte y el Círculo Escarlata en las tierras del lejano Oriente. Sobre todas estas hermandades destacaba el Círculo Negro en las tierras de Estigia. Los sacrificios humanos como medio efectivo para canalizar los poderes mágicos y controlar a los demonios eran una práctica habitual.
Entre los magos más importantes y poderosos de la época destacan: Thoth-Amón, príncipe del Círculo Negro; Nathok el Enmascarado; el Maestro de Yimsha y los cuatro profetas del Círculo Negro; Xaltotun, de la antiquísima Aquerón; Tsotha Lanti, el buitre de Koth; Yah Chieng de Khitai o Pra-Eun de Kambuja entre otros muchos.
