LOS ANILLOS DE PODER.

Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra...
Nueve para los Hombre Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro
en la Tierra de Mordor, donde se extienden las Sombras.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.

LOS TRES ANILLOS ÉLFICOS.

Forjados por Celebrimbor en las forjas del Reino de Eregion, cerca de las Montañas Nubladas, fueron creados con la finalidad de preservar y embellecer la vida de todo lo que hay en la Tierra Media. Su destino estaba unido al de su creador, aunque conservaron su poder después de la muerte de éste debido a su atadura hacia el Anillo Único.

Tenían el poder de crear, preservar y curar. Debido a los poderes de los anillos, el entorno de los lugares donde se encontraban se hacía más bello y el tiempo transcurría de manera más apacible y más lenta.

Fueron nombrados en base a los tres elementos de la naturales: Narya, el Anillo Rojo o de Fuego. Nenya, el Anillo Blanco o de Diamante o de Agua y Vilya, el Anillo Azul o de Aire.

Narya, el Anillo Rojo. Su poder era el de encender los corazones de las personas para incitarlas a realizar actos heroicos. Fue portado por Círdan, el Carpintero de Barcos, quien se lo cedió a Gandalf cuando llegó a la Tierra Media.

Nenya, el Anillo Blanco. Portado por Galadriel, tenía la capacidad de preservar las cosas evitando su deterioro y haciendo que el tiempo transcurriera de manera más lenta a su alrededor. Se encuentra en Lothlórien.

Vilya, el Anillo Azul, podía embellecer el lugar donde vivía su portador y curar el daño provocado por el mal. Se encuentra en poder de Elrond en Rivendell.

Los tres anillos tenían en común el poder de evitar el deterioro del lugar en el que estaban.

LOS SIETE ANILLOS DE LOS ENANOS.

Fueron creados por Celebrimbor con la ayuda de Sauron (disfrazado como Annatar) Los portadores de estos anillos fueron los Reyes Enanos de las grandes Casas Enanas: la Casa de Durin, los Barbas de Fuego, los Nalgudos, los Puños de Hierro, los Barbatiesas, los Morenos y los Pies de Piedra.

Además de aumentar la esperanza de vida de sus portadores, también traían consigo el ansia de riqueza y poder, corrompiendo a sus poseedores y avivando de manera incontrolada su codicia y desconfianza.

El más célebre de todos ellos fue el Anillo de Thrór, ya que fue el primero de los Siete Anillos de los Enanos en ser forjado y el último que Sauron pudo recuperar. Fue entregado al Rey Durin III de Khazad-dûm y permaneció en posesión de su linaje durante miles de años hasta que fue heredado por su último portador Thrór, el rey bajo la montaña.

Mucho tiempo después de la destrucción de la Montaña Solitaria, Thrór cedió el anillo a su hijo Thráin, quién vivió en el exilio. En su búsqueda desesperada por recuperar su reino, fue capturado por los espías de Sauron y el Anillo de Thrór se perdió para siempre.

LOS NUEVE ANILLOS DE LOS HOMBRES.

Forjados también por Celebrimbor con la ayuda de Sauron, fueron los últimos en ser creados. Fueron ideados para corromper el alma de los hombres y someterlos a la voluntad del Señor Oscuro. Como el resto de los anillos, tenían la capacidad de aumentar la longevidad de su portador, hacerlos invisibles y, además, les permitía influir en la voluntad de las personas y dominarlos.

Con el paso del tiempo sus portadores se fueron desgastando y desvaneciendo convirtiéndose así en los Nazgúl, Espectros del Anillo sometidos al poder de Sauron y convertidos en sus más leales servidores.

EL ANILLO ÚNICO.

La forja del Anillo se llevó en el máximo secreto en las tierras de Mordor, más concretamente en las llamas del Monte del Destino, en el año 1500 de la Segunda Edad. Sauron necesitó de todo su poder para su creación. Sin embargo, fue en Eregion, en Ost-In-Edhil, donde sella su hechizo de dominio sobre el resto de los anillos que habían sido creados previamente por Celebrimbor. El poder del resto de anillos está ligado a la supervivencia del Anillo Único.

Entre los poderes del Anillo Único encontramos la capacidad de hacer invisible a su portador, la prolongación de la vida del mismo, y el conocimiento sobre la ubicación del resto de los anillos vinculados a él.

Después de la destrucción del Anillo Único, en el año 3019 de la Tercera Edad, los tres anillos de los Elfos cruzaron el mar junto con sus portadores en dirección a las Tierras Imperecederas. Tanto estos anillos, como el resto que permanecieron en la Tierra Media, perdieron todos sus poderes.